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domingo, 25 de julio de 2010

M.M.











Marilyn Monroe era hermosa, sin duda, pero no tenía los ojos más grandes del mundo. Es por eso por lo que era difícil distinguir el ligero velo de tristeza en sus últimas fotos. Sin embargo, es curioso cómo arriba sus ojos se dilatan como ventanas; nunca he visto una foto de Marilyn en la que no sonriera, nunca una foto tan expresiva. Va a ser verdad que los ojos son como el espejo del alma.


¿Qué tendrá esta imagen que resulta tan cautivadora? Al final, resultó que este pequeño ángel rubio era humano.






Foto en ByN: tomada por Philip Stern
La otra, una foto de una de las últimas sesiones de Marilyn antes de morir

1 comentario:

  1. Queda claro que los ojos son el espejo del alma. Normalmente, solemos ser nosotros quienes no sabemos qué interpretar en los ojos del otro. Gajes del oficio de ser humano.

    Por cierto, precioso blog, sigue así.

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