Y seguimos
VIII
Sara no apareció por la habitación en todo el día. Eran ya las once de la noche cuando Jan salió de la ducha. Alex había salido a comprar un refresco a las máquinas de la cafetería, y Anne estaba tumbada en la cama, leyendo un libro de pastas rojas.
Jan la observó durante unos segundos hasta que ella alzó la vista.
- ¿Qué lees, Anne? – preguntó Jan. Ella sonrió.
- Las Flores del Mal, de un tal Baudelaire. ¿Lo conoces?
- Me suena, pero nada más – contestó Jan, y se volvió hacia su mesita de noche.
No podía creerlo; abrió el primer cajón y sacó un libro delgado encuadernado en piel. Quiso comprobarlo, aunque estaba seguro de que así era. En efecto, en la primera página de su libro se leía: “Les fleurs du Mal – Charles Baudelaire”.
- ¿Y tú, que lees? – preguntó ella a espaldas de Jan.
- ¿Quién se ha llevado mi queso? – dijo, sonriéndole. Ella soltó una risita.
- Vaya basura. ¿Qué tiene para que quieras leerlo?
- Me siento menos tonto a medida que avanza el libro; no porque vaya aprendiendo, sino por pura comparación.
Ambos rieron y Jan se tumbó en la cama con una extraña sensación en el cuerpo.
Emmm esto... no te comentaré esto hasta que cambies Ilustribimus Ignotus Xiliarimus por algo que se parezca a 8 en numeración romana, como VIII por poner un ejemplo.
ResponderEliminar...
ResponderEliminarFUCK!
xD
Ahhh esto ya es otra cosa.
ResponderEliminarGenial. Comienza la decadencia...
"¿quién se ha llevado mi queso?" suena interesante
ResponderEliminar(xD)
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