Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese... ¿qué sé yo?. ¿Viste? Salís de tu casa por Arenales; lo de siempre, en la calle y en vos. . . Cuando, de repente, de atrás de un árbol, me aparezco yo. Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus. Medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de taxi libre levantada en cada mano. ¿Te reís? Pero sólo vos me ves; porque los maniquíes me guiñan; los semáforos me dan tres luces celestes, y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares. ¡Vení!, que así, medio bailando y medio volando, me saco el melón para saludarte, te regalo una banderita, y te digo...
Una balada para un loco, del ilustrísimo Sr. Piazzolla. Esta canción sólo puede ser cantada por un argentino. Viva el tango.
La canción original:
Espléndido, ¿viste?
ResponderEliminarFixed, me han dado permiso y todo los jefes. EStoy en las Urgencias del MQ (Capitán Cortés) el día 29 desde las 15 horas (q supongo será un poco más tarde ^^)
ResponderEliminarprecioso
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