Poesía, literatura, pintura, viajes, historia del arte, medicina, política... Un poco de todo y un poco de nada.
domingo, 11 de septiembre de 2011
Me muero de ganas de masacrar hasta la última gota de tu sudor, y aunque mis tallos de mimbre se quiebren te dejaré besarme hasta que me pongas el pelo al viento. Y es esta gana insana de subirme por tus ramas la que no me deja vivir, ni puedo dejar de reír; porque no sé qué es eso que te sale por los poros, que me droga y me coloca en un piso superior. Dormir de ti o dormir contigo. Si se me permite un alegato final en este juicio amañado, no usaré palabras. Mis argumentos caen como la sábana rosa tan destruida con la que me visto después de comernos el mundo sin movernos del colchón. Brindaré por tí, que causas y a la vez solucionas las más terribles y apasionadas mareas en mi vientre. Brindo por tí, que eres el único que me besa los moratones que me salen en los puños, que eres el único que me sujeta y me pide que no beba más, el único a quien de verdad le importa que mañana por la mañana no tenga dolor de cabeza. El único que me arranca las dudas con los dientes, el único que me besa en la frente. Bébeme, cómeme, bésame, dame todo eso que tienes guardado. Te quiero sin miedo, con ropa y en cueros, te quiero entero.
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¿Ves cómo se hincha? ¿Ves cómo se alza desde la escoria del suelo, arañando con las más altas ramas de su copa el vibrante azul eléctrico? Parece henchirse de orgullo mientras peina las cristalines nubes de un mediodía eterno y perfecto. Oh, qué arbol, qué vivo.
ResponderEliminarAh, qué Lina, qué asquerosamente viva...
Es muy fácil vivir cuando te sientes vivido :)
ResponderEliminarMe vas a sacar los colores... :$
ResponderEliminarDe verdad que me dejas sin aliento... :D
Precioso.
ResponderEliminarBravo por el amor que resucita.