Aunque estrellar la cara
contra el subsuelo
sea lo único que haga,
y mire luego
de cabeza a la nada...
Aunque te mire luego
con la nariz ensangrentada
y diga: dame un beso
o me ría desconcertada...
Aunque me vea desenfocada,
y las manchas de ego
me ensucien la cara hinchada,
aunque te traiga y te lleve, te grite, te frene, te oculte, te calle, te arañe, te llore, te ladre, te muerda, o te sangre,
te quiero.
Añá.
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