FUENTE: http://www.alfayomega.es/Revista/2009/643/05_contrapunto.php
La violación, ¿fuera del Código Penal?
Nada más lejos de mi intención que frivolizar con la violación. Pido disculpas a quien así lo ha entendido. La cuestión es: reducido el sexo a simple entretenimiento, ¿qué sentido tiene mantener la violación en el Código Penal? ¿No debería equipararse a otras formas de agresión, como si, por ejemplo, obligáramos a alguien adivertirse durante algunos minutos? ¿Por qué tanta disparidad en las condenas?
No es demagogia. Hay movimientos recientes en esa dirección. En marzo, en una decisión sin precedentes, el Consejo de Ministros concedió el indulto parcial a un violador, cuya condena a 12 años, ratificada por el Tribunal Supremo, se redujo a cinco años. El condenado es un joven homosexual, bien relacionado con círculos progubernamentales de la industria del espectáculo, que asaltó a otro joven en los lavabos de una discoteca. Sus tres cómplices fueron favorecidos por la Secretaría de Prisiones, de la Generalidad de Cataluña, en otra decisión sin precedentes: obtuvieron el tercer grado, y pudieron abandonar la cárcel tras sólo 8 meses de condena.
Cuando se banaliza el sexo, se disocia de la procreación y se desvincula del matrimonio, deja de tener sentido la consideración de la violación como delito penal. Ése es el ambiente cultural en el que vivimos, y, sin embargo, la inmensa mayoría de españoles consideraría una aberración que se sacara la violación del Código Penal, aunque, a sólo cien metros, uno tuviera una farmacia donde comprar, sin receta, la pastillita que convierte las relaciones sexuales en simples actos para el gozo y el disfrute. Esa hipotética indignación es un motivo de esperanza, porque demuestra que la deshumanización de la sexualidad, que promueve el Gobierno, todavía no ha llegado a un punto de no retorno.
No es demagogia. Hay movimientos recientes en esa dirección. En marzo, en una decisión sin precedentes, el Consejo de Ministros concedió el indulto parcial a un violador, cuya condena a 12 años, ratificada por el Tribunal Supremo, se redujo a cinco años. El condenado es un joven homosexual, bien relacionado con círculos progubernamentales de la industria del espectáculo, que asaltó a otro joven en los lavabos de una discoteca. Sus tres cómplices fueron favorecidos por la Secretaría de Prisiones, de la Generalidad de Cataluña, en otra decisión sin precedentes: obtuvieron el tercer grado, y pudieron abandonar la cárcel tras sólo 8 meses de condena.
Cuando se banaliza el sexo, se disocia de la procreación y se desvincula del matrimonio, deja de tener sentido la consideración de la violación como delito penal. Ése es el ambiente cultural en el que vivimos, y, sin embargo, la inmensa mayoría de españoles consideraría una aberración que se sacara la violación del Código Penal, aunque, a sólo cien metros, uno tuviera una farmacia donde comprar, sin receta, la pastillita que convierte las relaciones sexuales en simples actos para el gozo y el disfrute. Esa hipotética indignación es un motivo de esperanza, porque demuestra que la deshumanización de la sexualidad, que promueve el Gobierno, todavía no ha llegado a un punto de no retorno.
Ricardo Benjumea
Desde luego nuestro querido monseñor se ha lucido esta vez. A ver si la gente se va dando cuenta de la calaña que son y no acepta tan suavemente que le demos un pastón a estos tipos.
ResponderEliminarhace tiempo que nose nada de ti, me encantaria que charlaramos un rato... talvez puedas aconsejarme en cosillas que me estan pasando! un beso wapa que vaya todo bien, te cuidas...
ResponderEliminarNo contesto anónimos
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